Cuando se detecta un comportamiento autolesivo que se ha provocado intencionadamente genera un gran impacto. Nuestro instinto de supervivencia no puede llegar a entender qué le lleva a una persona, sobre todo adolescentes, a realizar estos actos.
En la actualidad, estas prácticas son un problema cada vez más frecuente entre los jóvenes. Aún así, continua generando mucho estigma y tabú en la sociedad y, como consecuencia, desconocimiento.
Es importante puntualizar que estas conductas no son un trastorno o un síndrome por sí sola, sino que forma parte de otras patologías y que su intención no es provocar la muerte de la persona. Sin embargo, busca una reacción inmediata en el cuerpo de dolo, un daño físico directo.
Diferentes estudios describen que entre un 13% y un 29% de los adolescentes han llevado a cabo estas conductas al menos una vez. Esta prevalencia cambia cuando ya existe de antemano un trastorno en cuyo caso asciende al 30%-40%.
Existen distintas teorías explicativas sobre el motivo de su existencia. A continuación se explicarán de forma sencilla y breve:
–Autoregulación: Se produce cuando tienen emociones fuertes que no son capaces de gestionar. Sería el resultado de una falta de estrategias de afrontamiento y regulación emocional encontrando en estas autolesiones la forma de aliviar su fuerte emoción.
– Refuerzo: El propósito sería influir en personas cercanas, de esta forma es un medio para ser valorado o para no ser “abandonado”. Este abandono puede no ser real, sino que tengan la percepción de ello.
– Forma de castigo: Aprenden que el castigo es un medio aceptado y necesario. Cuando ellos mismos sienten desmerecedores de algo o se siente mal por algún daño que hayan podido crear, se autolesionan como respuesta de castigo a su acción.
– Búsqueda de sensaciones: Utilizan el dolor físico como una forma de generar una emoción intensa y sentirse conectado con la vida.
En todos los casos, las conductas autolesivas representan un signo de alarma y de pobre identificación y gestión emocional, además de una carencia en habilidades de afrontamiento.
La comprensión en el adolescente es fundamental por parte de la familia. Es necesario no generar un el conflicto debido al miedo, sino recoger sus emociones, empatizar e intentar dotarles de alternativas para obtener un adecuado manejo.
Para más información en este enlace dejo un artículo científico de una revisión bibliográfica sobre la conducta autolesiva.
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