En primer lugar, vamos a diferenciar entre los celos adaptativos y celos desadaptativos u obsesivos. Los primeros hacen referencia a aquel sentimiento de cierto miedo a perder a la persona amada presente en cualquier relación sana de pareja. Estos celos no generan malestar, problemas en la relación o desconfianza, son perfectamente manejables por la persona y esta es en todo momento consciente de la realidad. Sin embargo, los celos patológicos sí generan pensamientos rumiativos, desconfianza y conductas de control, lo que pueden hacer que la relación sea insostenible y la persona sufra de ansiedad o malestar continuado.
Seguro que has escuchado alguna vez o incluso has pensado “si se pone celoso/a es porque me quiere”, “bueno, pero esos celos son normales, son porque te quiere”. Normalizar la conducta celotípica es un error. Siendo cómplices de los celos no protegemos a la pareja, sino que se potenciará su inseguridad, dependencia y miedo acrecentando el control sobre el otro miembro. Por tanto, desterremos la idea de que los celos es sinónimo de amor y que, cuantos más celos, más amor: falso. Los celos no son más que una conducta de control sobre otra persona donde no se respetan los derechos y libertades (ni propias ni ajenas).
Además de las características que pueda tener la persona celosa como baja autoestima, inseguridad o dependencia, los celos se producen por el sistema de creencias o expectativas que tiene esta sobre el significado de una relación. Algunas de estas creencias puede ser:
-Las parejas que se quieren tienen que estar siempre juntas.
-Las parejas que se quieren tienen que saber en todo momento donde está la otra persona.
-Las parejas que se quieren hacer todos los planes de ocio juntos.
-Las parejas que se quieren se lo tienen que contar todo.
Todas esas creencias erróneas están basadas en pensamientos distorsionados y absolutistas. Si no se intenta desmontar esas creencias junto a las conductas controladoras que las acompañan como revisar el móvil o el correo, puede terminar destruyendo a la pareja o conviviendo entre continuas discusiones.
¿Qué puedo hacer?
AUTOCRÍTICA: Piensa cuál puede ser el origen de tus celos (relación pasada en la que haya existido infidelidad o engaños) y si tienes motivos reales para desconfiar de él/ella.
HABLA CON TU PAREJA: Exprésale que es algo que te cuesta manejar, que tu propio pensamiento os hace daño a ambos. Esto te ayudará a expresar tus miedos y a que tu pareja empatice contigo. Pero ¡OJO! no busques que cambie su comportamiento para no generarte celos. El cambio está en ti, has de realizarlo tú.
HAZ PLANES SIN TU PAREJA, te sentirás raro/a (por la falta de hábito), pero te gustará y aprenderás que el hacer planes con amigo/as no implica ser infiel.
RESPETA SUS DERECHOS como derecho a tener su espacio, a mantener conversaciones con familiares o con amigos/as privadas, a tener su propia intimidad, …
Sabes que tus conductas tienen un matiz MANIPULATIVO, se consciente de ellas y evítalas. Exprésale lo que sientes de forma racional y coherente, sin manipulación.
Aumentar la AUTOESTIMA es fundamental. Piensa en tus cualidades, tus objetivos conseguidos y entenderás que tú ya tienes un valor como persona independientemente de que estés o no en pareja.
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